02 octubre 2025
Diferencias entre suelo radiante y suelo radiante refrescante

Diferencias entre suelo radiante y suelo radiante refrescante

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El confort térmico de una vivienda depende tanto del sistema de climatización como de cómo se distribuye el calor o el frescor en los espacios. Dentro de las soluciones más avanzadas destacan dos tecnologías que, aunque comparten la misma base, ofrecen experiencias diferentes: el suelo radiante y el suelo radiante refrescante. En este artículo analizamos sus características, ventajas y usos, para que conozcas qué sistema se adapta mejor a tu tipo de vivienda y a tu estilo de vida.

Qué es el suelo radiante

El suelo radiante es un sistema de calefacción por agua que utiliza la superficie del suelo para distribuir el calor de manera uniforme. Bajo el pavimento se instala una red de tuberías por las que circula agua a baja temperatura (entre 30 °C y 45 °C), lo que genera una sensación térmica agradable, sin corrientes de aire ni picos de calor.

Su principio físico se basa en la radiación térmica: el calor se emite desde el suelo hacia los objetos y las personas de la estancia, lo que permite mantener el ambiente confortable incluso con una temperatura del aire ligeramente inferior a la que se necesita con radiadores convencionales. Esta diferencia se traduce en un ahorro energético notable y en un confort más estable.

Ventajas del suelo radiante tradicional

El suelo radiante destaca por su eficiencia y su integración estética en el espacio interior. Al no requerir radiadores visibles ni unidades externas voluminosas, permite mantener una decoración limpia y moderna, lo que lo convierte en la opción preferida en viviendas de alto nivel o en proyectos de nueva construcción.

Otra de sus ventajas es el confort homogéneo. A diferencia de otros sistemas, la temperatura se mantiene constante en toda la vivienda, sin zonas frías ni diferencias notables entre estancias. Además, al trabajar a baja temperatura, el suelo radiante se combina perfectamente con tecnologías renovables como la aerotermia, optimizando el rendimiento energético.

Consideraciones de instalación

El suelo radiante requiere una planificación precisa y debe instalarse antes del pavimento definitivo. Por eso suele elegirse en obras nuevas o en reformas integrales. La elección del tipo de pavimento también influye: materiales como el gres, la piedra o el microcemento son ideales por su capacidad de transmitir el calor, mientras que la madera natural o los suelos laminados necesitan un diseño específico para evitar dilataciones.

Qué es el suelo radiante refrescante

El suelo radiante refrescante es una evolución del sistema anterior. Utiliza el mismo circuito hidráulico, pero en lugar de agua caliente, hace circular agua fría durante los meses más cálidos del año. De este modo, el sistema no solo calienta en invierno, sino que también enfría en verano, aportando una climatización completa con un único sistema invisible.

En viviendas equipadas con aerotermia o con una bomba de calor reversible, el agua fría se genera de forma eficiente, aprovechando la misma instalación para ambos modos de funcionamiento. El resultado es un ambiente fresco, silencioso y agradable, sin los flujos de aire característicos de los aparatos de aire acondicionado.

Cómo funciona el sistema refrescante

Cuando el sistema opera en modo refrigeración, el agua fría circula por las tuberías bajo el suelo. El calor del ambiente se transfiere al agua, que posteriormente se enfría de nuevo en la bomba de calor. Este proceso continuo reduce gradualmente la temperatura de la vivienda sin crear corrientes de aire ni cambios bruscos.

Sin embargo, el suelo radiante refrescante requiere un control preciso para evitar condensaciones. Por eso, la instalación debe incluir sondas de humedad y reguladores automáticos que impidan que la temperatura del suelo descienda por debajo del punto de rocío. Una buena planificación garantiza un rendimiento estable y seguro.

Ventajas del suelo radiante refrescante

Su principal beneficio es que ofrece confort durante todo el año con una única instalación. En verano, mantiene la vivienda fresca de manera uniforme, evitando el aire seco o los cambios bruscos de temperatura de los sistemas tradicionales. En invierno, funciona con agua caliente, generando un calor natural y constante.

Además, el suelo refrescante reduce el consumo energético, especialmente cuando se combina con fuentes renovables como la aerotermia o la energía solar. El coste operativo es bajo, el mantenimiento mínimo y la integración con sistemas domóticos permite ajustar la temperatura por zonas o incluso programar ciclos automáticos de climatización.

Diferencias principales entre ambos sistemas

Aunque el principio de funcionamiento es similar, existen diferencias clave que conviene conocer antes de elegir uno u otro. La principal es el uso que se le da a la instalación: el suelo radiante tradicional se centra en calefacción, mientras que el refrescante ofrece también refrigeración.

En términos técnicos, el suelo radiante convencional trabaja con agua caliente a temperaturas moderadas, mientras que el refrescante utiliza agua fría, por lo que requiere un control adicional para evitar condensación. A nivel de confort, el refrescante proporciona una sensación más ligera y uniforme, sin la sequedad del aire acondicionado.

1. Climatización y uso anual

El suelo radiante estándar se utiliza principalmente durante los meses fríos, mientras que el sistema refrescante extiende su uso a todo el año. Esto lo convierte en una inversión más versátil, especialmente en zonas con veranos largos o calurosos.

2. Consumo energético

Ambos sistemas son eficientes, pero el refrescante tiene la ventaja de aprovechar la misma bomba de calor reversible para generar tanto calor como frío. Cuando se combina con energía solar o aerotermia, el consumo eléctrico es muy bajo, manteniendo el equilibrio entre confort y sostenibilidad.

3. Control de la humedad

En calefacción, el control de humedad no es crítico. En refrigeración sí lo es. Por eso, el suelo radiante refrescante debe incluir sensores de condensación y un sistema de regulación inteligente. Con estos elementos, el sistema es totalmente seguro y fiable, incluso en climas húmedos.

4. Compatibilidad con la arquitectura

Ambos tipos de suelo pueden instalarse bajo diferentes acabados, aunque el refrescante exige materiales con buena conductividad térmica para optimizar su funcionamiento. En viviendas modernas o de diseño minimalista, su integración es perfecta, ya que todo el sistema queda oculto bajo el pavimento.

Ventajas comunes del suelo radiante en cualquier modalidad

Más allá de sus diferencias, los dos sistemas comparten beneficios notables. En ambos casos se trata de una climatización silenciosa, invisible y eficiente, capaz de mantener el confort sin alterar la estética del espacio. El aire no se mueve, no hay polvo en suspensión y la sensación térmica es mucho más agradable que con sistemas de convección.

Otra ventaja común es la compatibilidad con energías renovables. Tanto el suelo radiante como el refrescante funcionan a baja temperatura, lo que permite combinarlos con aerotermia, geotermia o energía solar térmica, reduciendo el impacto ambiental y el coste de uso a medio plazo.

Aspectos a considerar antes de elegir

La elección entre suelo radiante o suelo refrescante depende de factores como el clima, el tipo de vivienda y el nivel de confort deseado. En regiones con inviernos largos y veranos suaves, el suelo radiante tradicional suele ser suficiente. En cambio, en zonas mediterráneas o con altas temperaturas estivales, el sistema refrescante ofrece una ventaja clara al permitir refrigeración natural sin necesidad de aparatos adicionales.

También conviene tener en cuenta la inversión inicial. El sistema refrescante requiere una instalación más compleja y controladores adicionales, aunque el ahorro energético y el uso dual compensan el coste en pocos años. En ambos casos, el diseño y la instalación deben realizarse por técnicos especializados que garanticen el equilibrio entre rendimiento y seguridad.

Integración con domótica y energías renovables

Una tendencia en crecimiento es la integración de estos sistemas con domótica. Gracias a los controles inteligentes, el usuario puede programar horarios, regular la temperatura de cada estancia y monitorizar el consumo energético en tiempo real. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también aporta comodidad y control total desde cualquier dispositivo.

Además, el uso conjunto con aerotermia o paneles solares convierte el suelo radiante —en cualquiera de sus versiones— en una solución sostenible y de bajo impacto ambiental. El resultado es una climatización avanzada, adaptada a las exigencias de confort y eficiencia que marcan el estándar en viviendas modernas y sostenibles.

La opinión de Revizo

En Revizo consideramos que tanto el suelo radiante como el refrescante son excelentes opciones, siempre que se diseñen e instalen con criterio técnico. No existe un sistema mejor de forma absoluta, sino soluciones adecuadas según el tipo de vivienda, el clima y las expectativas del cliente. Nuestro trabajo consiste en analizar cada proyecto y ofrecer la opción más eficiente y duradera, integrando siempre las tecnologías más avanzadas del mercado.

Diferencias entre suelo radiante y suelo radiante refrescante

 

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